LLEVABA EN esta casa tres meses cuando Burela se independizó. Un tío mío se nos hizo burelés de pro y con él entendí el independentismo radical. No querían tener nada que ver con Cervo del mismo modo que algunos catalanes no quieren saber nada de España. Así que un 15 de diciembre de 1994 empezaron a caminar en solitario hacia un futuro incierto. Como cualquier otro futuro, en eso no se diferenciaban de nada ni de nadie.
No tengo muy claro que esto que tienen ahora fuese lo que andaban buscando. En el Sergas al área sanitaria le ponían "Lugo, Monforte y Cervo" aunque el hospital esté bien plantado en Burela. En la pandemia la Xunta los convirtió en apátridas y allí solo podías entrar o salir por causa de fuerza mayor. Ahora estuvieron a punto de quedarse aislados y aún está por ver que no lo consigan.
Me dijo un político independentista burelés hacia octubre del 94 que eran quijotes luchando contra gigantes. Hay que tener cuidado con lo que se desea, que al final lo conseguirán al estilo Don Quijote, que deseaba dos cosas: a Dulcinea que era inalcanzable y la ínsula Barataria que era inexistente. Como esto de la carretera venga con curvas, serán tan independientes que todos los de por aquí nos convertiremos en Sancho Panza.
