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Un larguísimo camino

Esperemos que el anunciado arreglo de la carretera de la costa no sea otra engañifa más

Baches y desperfectos en la carretera de la costa. JOSÉ Mª ÁLVEZ
photo_camera Baches y desperfectos en la carretera de la costa. JOSÉ Mª ÁLVEZ

OS PERDONARÁ el ministro de Fomento, pero le resultará muy sencillo comprender que dudemos de cualquier anuncio que nos hagan diciendo que van a reparar y poner en buenas condiciones la carretera de la costa. Qué quiere. Él acaba de llegar y no tiene la culpa, pero desde su antecesora, la casi siempre amabilísima y eficaz Ana Pastor, hasta nuestro paisano Pepe Blanco, por citar a otro de otro partido distinto, nos fueron comiendo la oreja año tras año hasta llegar a un punto en que nos la dejaron insensibilizada: ya no nos creemos nada.

El último avance que hicieron acabó siendo un remiendo de un tramo pequeñísimo, y lo que dejaron sin reparar resultó ser un escándalo mayúsculo, que no alcanza mayores proporciones porque no somos franceses y no tenemos por costumbre hacer revoluciones de ningún tipo, pero por mucho menos allí empezaron a volcar camiones y no pararon hasta que les hicieron caso. Y les hicieron caso, vaya si se lo hicieron, que les pregunten a los agricultores del sur de España o, mejor todavía, a los camioneros que transportaban sus productos.

El caso es que Íñigo de la Serna dice que ahora sí, que puso sobre el tapete casi tres millones de euros y que esto va a ser impresionante: arcén, líneas pintadas, cero baches, nada de curvas mal peraltadas, quitamiedos nuevos, calzada diseñada para una conducción suave... Como en la mismísima entrada a su ministerio. Mejor todavía.

Pero vayamos por partes. De momento, hay una fecha de inicio para las obras algo variable, como el tiempo: "En verano podrían comenzar las obras". Eso quiere decir que estamos hablando de un arco comprendido entre junio y finales de septiembre.

Luego está por ver cómo se dividirán las partidas presupuestarias y si serán finalmente solo dos, como los tramos en los que dividieron la obra. Porque esa es otra. Para la gente de Madrid hacer una obra completa entre Barreiros y San Cibrao deben de considerarlo poco menos que una temeridad, porque no hay manera de que nos reparen una carretera completa de una sola vez ni a tiros, como si aquí no pagásemos impuestos igual que los vecinos de Majadahonda o Las Rozas. Cuando lo compruebo, diría que sí los pago.

El anuncio de Fomento fue recibido por nuestros políticos exactamente tal y como se pueden suponer: grandes albricias en la bancada popular y grandes sospechas en el resto, que no las tienen todas consigo por las razones antes expuestas. Comprenderán en el PP las reticencias a darles la enhorabuena, pero los precedentes no invitan a ello.

Yo aplaudo con las orejas, porque soy usuario y quiero que me arreglen eso, aunque como trabajo en esto sé que la cosa va para largo. Firmo con dos años.

Luego entramos en las consideraciones temporales relativas. Quiero decir que estamos en 2018, así que hay que hacerse alguna pregunta: ¿Realmente merecemos tener esa carretera en ese estado en el 2018? ¿Cómo es posible que llegase al grado de deterioro que tiene en la actualidad? ¿Por qué no se hace de forma eficaz una reparación vital, visto que lo del corredor tal vez lo disfruten nuestros nietos?

Estas cosas son enervantes porque durante bastante tiempo vamos a tener que seguir dando botes. Dicen que algunos enfermos que son trasladados en ambulancia las pasan canutas cuando el conductor no tiene más remedio que coger alguno de esos baches que por otro lado es imposible franquearlos todos.

Que hayamos llegado a la situación esta es realmente alucinante. Hay un cruce en Nois donde la gravilla sale literalmente disparada hacia las casas. Pueden ir allí y preguntar si quieren, que se lo explicarán con todo lujo de detalles. O cómo tienen que barrer cada día varias veces porque es imposible mantener eso en un estado mínimamente digno.

Llevamos avanzado ya un buen trecho del siglo XXI y esa carretera va derecha a núcleos de población tan grandes como Burela o Viveiro. Allí hay puertos pesqueros con una capacidad de la que bien que sacan pecho los representantes de los mismos gobiernos que no fueron capaces de mejorar esa carretera. Eso por no hablar del ya mencionado hospital.

Pero en fin, ahora no es plan ponerse como el abuelo cebolleta. Vamos a darle un voto de confianza a Íñigo de la Serna y sus muchachos y esperar que esta vez sea la buena y que en unos años el recuerdo de la carretera que conocimos hasta ahora se haya desvanecido. De verdad que sería un gran avance, y logrado solo con ponernos a la altura de hace 25 años.

EL GUSTO Una buena ayuda para el colegio de San Miguel
EL ALCALDE de Barreiros, Alfonso Fuente, se encargó de propiciar una serie de obras de mejora en el pequeño pero muy necesario colegio de la localidad de San Miguel de Reinante. Acondicionó el pabellón y realizó algunas otras mejoras en el centro aprovechando el parón que conceden las vacaciones navideñas. Es un ejercicio importante que seguro que muchos le agradecerán porque estos pequeños colegios son fundamentales para fijar población en nuestras localidades, donde cada vez más se nota que hay que tener servicios porque, de lo contrario, la gente acaba por abandonarlas.

EL DISGUSTO Solo reaccionamos a base de avisos que vayan muy en serio
LA SEMANA pasada comenzó a demolerse el viejo molino de San Lázaro en Ribadeo. Sus propietarios lo tiraron después de haber sido severamente advertidos por el alcalde de Ribadeo de que tenían que hacerlo ante la inminencia de que eso se viniese abajo y acabase por causar alguna desgracia personal. No es por nada, pero esa situación se veía venir dado el estado en el que se encontraba. Resulta curioso que funcionemos así: a golpe de aviso de los serios. Fernando Suárez lo sabe bien, no solo por este caso, sino por otros parecidos en los que solo le hicieron caso cuando le vieron afilar la navaja.

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