Gestionar al gentío

A PESAR de nuestra inclinación generalizada al oficio de enterrador, no siempre anda el muerto para irse al hoyo (esta palabra, que la repasen los de la Lomce). En nuestra tormentosa vida política lo que pase en Galicia no se queda en Galicia, justo al contrario de A Mariña, donde lo que pasa aquí parece quedarse aquí, salvo por el reparto ocasional de algún diputado suelto.Ahora mismo se abre un escenario interesante para una amplísima parte de votantes y de aspirantes a potenciar ese partido del sol naciente llamado En Marea.En contraposición a lo que les puede suceder en grandes (por así decir) ciudades gallegas, ahora se abre un amplio periodo de interrogantes para este partido a nivel de pequeñas localidades porque su infraestructura de base es prácticamente cero. No sé casi nada de historia política, pero tanto En Marea como Podemos parecen ser dos claros ejemplos de formaciones surgidas desde arriba hacia abajo y no al revés, por más que se empeñen en Podemos en arroparse en la bandera del descontento.El tema es que a nivel local están en pañales. En Viveiro Bernardo Fraga es una persona cabal, con experiencia y con cierto tirón que parece que está por la labor de ir impulsando este partido, pero fuera de ahí la realidad es que los intentos que hicieron en las anteriores municipales les asestaron un golpe durísimo del que no les va a resultar nada sencillo recuperarse.El problema que tienen aquí es que en el ámbito estrictamente doméstico se encuentran con que una parte importante de su espacio está copado por el Bloque Nacionalista Galego. A este partido al que muchos dan ya por finiquitado, incluso bastantes de sus propios componentes, se le pueden objetar muchas cosas, pero una de ellas no es desde luego el trabajo con las bases. Salvo excepciones en algún municipio en el que andan desaparecidos, incluso desde hace décadas, lo cierto es que conservan una tradición de trabajo realizado que les sirve como plataforma para las elecciones municipales. A la vista de los resultados esto no es extrapolable a convocatorias a nivel autonómico y todavía menos estatal, pero a nivel local por el momento van respondiendo razonablemente bien, pese a que sus alcaldías en la comarca están reducidas a una y a tres en todo Lugo.Resulta muy sencillo y hasta tentador descalificarlos y darlos por acabados, pero veremos si desde En Marea son capaces de montar algo parecido a lo que hicieron ellos históricamente, porque no hay que olvidar que el BNG surgió también de la nada en los primeros 80. Así que a ver.Los primeros experimentos fueron decepcionantes. Es cierto que la marca En Marea como tal no existía todavía. Donde hubo partidos se presentaron a las municipales con el apellido En Común.Pero el asamblearismo es un método de trabajo que, en política y en tantos otros ámbitos de la vida comunitaria es extremadamente complicado de gestionar. El funcionamiento elegido entonces de no poner puertas al campo y dejar que todo el que pasase por allí se subiese al carro acabó por hacer que todos mandasen más que todos y al final no mandase nadie dejando paso a una especie de dictadura de las mayorías que aparecían en las asambleas perfectamente orquestadas.Se hicieron elecciones para alcaldables discutibles y sin muchas cosas, precisamente, en común.Es de suponer que esto de En Marea será diferente. Pero está por ver, ya que en realidad ahí se aunaron tanto fuerzas de Podemos como de Izquierda Unida, rebotados del Bloque, escindidos del PSOE y casi todos los de Compromiso por Galicia, signifique eso lo que signifique.De modo que con un espectro ideológico de ese calibre hay que pensar que cabe esperarse casi cualquier propuesta: desde un alcaldable nacionalista en un extremo a otro de la España Federal en otro, en caso de que quede alguno consciente de lo que puede ser eso.Seguro que ellos son conscientes de que ese problema se les va a venir encima más pronto que tarde, así que es bastante probable que, esta vez sí, pongan un mínimo criterio de adscripción ideológica para ingresar en el proyecto. También es casi seguro que dejarán de lado el asamblearismo puro y duro que tan intrigantes resultados les dio en el pasado reciente. Hasta puede que algunos se marchen a esa incógnita que al parecer asoma en el futuro del BNG, una incertidumbre del tamaño de una nuez con la capacidad de una estrella de neutrones: lo mismo te estalla en las narices que lo absorbe todo a su alrededor.EL GUSTO Una tormenta de ideas para el futuro del turismoRAMÓN LEIVAS es el presidente de la Federación de Comercio de A Mariña que el pasado sábado inició una serie de mesas redondas junto a Faro Norte Comunicación en las que se analizará la situación del turismo en la comarca y se pondrán sobre la mesa ideas para conseguir ese becerro de oro al que llaman desestacionalización. La primera, con Luis Fraga, Pedro Pablo García y Pepa Sastre fue toda un tormenta de ideas de las que alguna convendría que no cayese en saco roto. Además, había presencia (pero poca comunicación) de representantes de la Xunta y la Diputación. A ver si tomaron nota.EL DISGUSTO Algo falla en torno al mundo de Patrimonio en LugoAUNQUE ROMÁN Rodríguez no sea el más directo responsable sí es el último del funcionamiento de Patrimonio, un departamento al que algo le falla en la provincia de Lugo, sin que sea posible averiguar qué exactamente. Sus actuaciones en materia arqueológica suelen estar presididas por un aura de oscurantismo que hace que parezca que sus técnicos están buscando minas de litio en lugar de nuestro pasado. Conseguir información de lo que hacen es toda una odisea y, cuando llega, es a cuentagotas. Sin entrar en sus capacidades como arqueólogos, podrían mejorar las de comunicadores.