¿De veras somos del PP?

LAS PALABRAS de Fernán Vello despreciando completamente a los que votan al PP pasaron, a mi modo de ver, totalmente desapercibidas. Unos tirones de oreja por parte de algunos allegados y algunas columnas de opinión más como muestras personales de indignación del columnista que como representación fiel de una indignación global. A ello contribuyó el nulo caso que le hicieron en el PP. Es decir: en la Xunta de Galicia y en el Gobierno central (recordar que él es diputado en Cortes). Los chicos de Feijóo, como mucho, se limitaron a señalarle con el dedo los diagramas de los resultados del 25-S en plan: "Piensa lo que quieras, los resultados son esos".Pero esa reflexión apresurada amplificada por ese fenómeno a veces estúpido de las redes sociales, y que sin duda es una demostración de lo que piensa tanto él como mucha otra gente debería ser objeto de un análisis más a conciencia, que desde luego no será aquí donde se haga.Como mucho, lo que se puede ofrecer aquí es una particular reflexión de que lo que dijo Fernán Vello, más allá de estar feo de narices, no es exactamente así. Como seguro que los resultados de aquel domingo lo cogieron en caliente, el hombre tal vez no se parase a echar algunas cuentas y, sobre todo, a hacer algunas comparativas. Si se hacen en A Mariña, resultan sumamente instructivas.Para empezar, ese dejar caer que la gente es idiota no sé si será del todo cierto. Si seguimos ese argumento Fernán Vello tendría que explicarnos cómo es que hay esa diferencia de resultados tan abismales entre los distintos tipos de comicios.Tomemos Ribadeo, el caso más extremo de todos. El Bloque Nacionalista Galego se llevó en las elecciones generales de diciembre la sorprendente cifra de algo menos de 300 votos en la saca. El descalabro fue de proporciones bíblicas. Situó a la formación a la altura del Partido Animalista y otros partidos de peso similar. Siguiendo esa teoría de la estupidez, habría que concluir que los ribadenses duplicaron su inteligencia nueve meses después, cuando ese partido sacó exactamente el doble: 600 votos en las elecciones autonómicas que se celebraron en septiembre. Pero hay un problema que resolver: en Ribadeo gobierna el BNG.No lo hace además de cualquier forma. Sacó 10 concejales de 17 posibles y algún partido político como el propio PP se mantiene en pie solo por una cuestión cosmética: la corporación pasó de 13 a 17 de ediles, lo que les permitió mantener cuatro concejales y no caer a unas cifras de representación que serían sonrojantes.Las cifras, que tanto se dejan retorcer, muestran una Mariña poliédrica y muy reflexivaEsto aquí desmenuzado con datos vale para Viveiro, para A Pontenova, para Trabada...¿Qué sucede entonces? ¿Es la inteligencia una cualidad volátil que azota las mentes de los mariñanos como si fuese un viento que va y vuelve, iluminándolos a veces y dejándolos a oscuras en otras?No creo, la verdad. A estas alturas está más que demostrado que la gente diferencia perfectamente en qué tipo de elecciones está votando. A los alcaldes la gente les dice a la cara que en las municipales les votará a ellos, pero en las autonómicas, pues no. Así de crudo, así de claro.Con el correctivo sin paliativos que el Partido Popular les aplicó a los demás el 25 de septiembre en la comarca de A Mariña, lo que más le convendría a ese partido sobre el papel sería adelantar las municipales para tratar de corregir unos resultados que el año pasado no les hicieron pero que ninguna gracia.Cuando en aquel momento de mayo de 2015 las principales localidades mariñanas a excepción de Foz, donde el PP gobierna pero solo como fuerza más votada y gracias a los servicios prestados en 2011 por su más fiel aliado en el municipio, el PSOE, se volcaron con otras opciones políticas, no vi a Fernán Vello lanzar un tuit eufórico comentando lo inteligentes que eran los mariñanos, que además habían tenido el detalle de otorgar alcaldías de otros municipios de menor tamaño a otras fuerzas como A Pontenova y O Valadouro, al margen de pegar sonados petardazos que no retumbaron en O Hórreo (o tal vez sí, vaya usted a saber) solo porque son municipios muy pequeños como Alfoz o Trabada.¿Qué quiere decir todo esto? Varias cosas. Lo ya dicho de que la gente diferencia unas elecciones de otras a la perfección. Que en las elecciones municipales el paso de los años le fue generando problemas al PP. Que los líderes regionales y generales de PSOE y BNG (a En Marea, de momento, los dejamos a un lado), así como sus formaciones en conjunto deberían hacérselo mirar. Como Fernán Vello.EL GUSTO. La miel endulza la vida a más de uno en O ValadouroLA CONCEJALÍA de cultura de O Valadouro, que lleva Eduardo Chao, organizó un año más, la Feira do Mel que se celebró el pasado sábado en el municipio. Esta actividad, que generalmente se lleva a cabo como complementaria de los ingresos de las familias, la verdad es que puede ser un complemento bastante generoso en el que apoyar unas economías que en las zonas rurales son cada vez más y más exigidas por condicionantes, generalmente unidos a gasto, que no dejan de subir. En el municipio acaba de ver la luz la asociación Amigos das Abellas do Val para relanzar esta actividad.EL DISGUSTO. Se cerró la que dicen fue la peor costera del bonitoSEGURO QUE un buen disgusto se llevaron los marineros que representa Basilio Otero como patrón mayor de Burela en esta costera. Porque los que fueron al bonito este año afrontaron la que algunos denominan "la peor costera del bonito de la historia". Bueno, aunque no sea así exactamente, lo cierto es que sí que es verdad que las cifras dejaron mucho que desear y globalmente a la campaña no cabe adjudicarle ningún otro calificativo que no sea el de "muy mala". De modo que otro problema más que se les añade a los marineros. A ver si al menos tienen una buena campaña de Navidad.