Blog | Recto verso

Cifras y letras

La lectura de la participación en la manifestación de Alcoa del día 29 no es halagüeña

Manifestación de Alcoa. JOSÉ Mª ÁLVEZ
photo_camera Manifestación de Alcoa. JOSÉ Mª ÁLVEZ

A VECES escucho esa expresión falsa de "los fríos números" o esa otra de "las frías estadísticas". Sé perfectamente que eso no es así para nada. Los número jamás son fríos. Todo lo contrario, son una caldera en la que en realidad nos estamos cociendo todos a fuego lento pero que todos tratan de que no se note. ¿Quiénes son todos? Los que le vienen a la cabeza con facilidad como Google, el Ministerio de Hacienda, Amazon, Facebook (para escépticos, recuérdese que es dueña de Whatsapp), la DGT, todas las cadenas de supermercados, Decathlon, las páginas web en las que entramos una sola vez, las universidades a las que no quieren que enviemos a nuestra descendencia, las listas de espera de la sanidad, la Justicia que quiere ocultar los años de cárcel que le cayeron a Rato y los que va a cumplir de verdad y así ad infinitum.

Luego están los números sujetos a interpretación. Por ejemplo: ¿El Corte Inglés está en peligro porque ganó una cantidad infinitesimal más pequeña que el año anterior? ¿Los invitados a la boda de la hija de Amancio Ortega son muchos o pocos?

Y vamos a plantear otra interesante: ¿Los asistentes a la manifestación del pasado lunes contra el cierre de Alcoa en A Coruña y Avilés que se celebró entre San Ciprián y Burela fueron muchos o pocos?

Sé que ya pasó casi una semana, pero pueden buscar el suplemento de A Mariña de ese día y echar un vistazo a la foto de portada. Yo no solo la miré por encima, me entretuve analizando la imagen. Siento ser un cenizo, pero la cifra de participación no es interpretable. Es, sencillamente, penosa.

Cogí la foto y comencé a descartar a la gente que conforma el comité de empresa. Después a los políticos y sindicalistas que tenían que estar allí. Desconté, ahora por suposición, algún miembro de algún comité de empresa de las empresas llamadas auxiliares de Alcoa. ¿Qué nos quedaba? Una miseria.

¡Cómo somos! Bastó que Rubén Bartolomé saliese en el periódico cantando sus alabanzas a la fábrica de San Ciprián para que nuestro sentimiento de solidaridad se diluyese como un azucarillo. Para qué preocuparse de lo que les pase a los de por ahí adelante si aquí acaba de decir el jefe que somos los mejores.

Esto pasó ya muchas veces antes, así que no estaría de más recordar por ejemplo lo que sucedió con los ganaderos. Hubo una época en la que empezaron a apretarles las clavijas, aunque no a todos, solo a los que tenían explotaciones pequeñas. Nadie les hizo ni caso. Luego llegaron las explotaciones medias. Entonces hubo unas cuantas tractoradas serias pero la realidad es que eso se fue desinflando con el resultado por todos conocidos y que quien no lo conozca no tiene más que darse una vuelta casi por cualquier parte: apenas quedan ganaderías.

Dando por hecho, como ya se dijo aquí mismo, que a día de hoy todo está montado de tal modo que si una empresa quiere cerrar, va a cerrar, sería conveniente ponérselo lo más complicado posible para que, llegado el momento de meterle mano a la fábrica de San Ciprián, se lo pensasen un poco mejor.

Para testar la diferencia pueden ver lo que sucedió con las condiciones en las que se despidió a la gente que vivió circunstancias parecidas en el País Vasco, cuando no se andaban con tonterías a la hora de protestar por despidos masivos.

Pues que tengan bien presente todos que la foto de portada que publicamos el martes en A Mariña no solo me paré yo a estudiarla, sino que la vieron unos cuantos más y la gente que dirige Alcoa fue, sin duda, una de ellas.

Cuando explican que en las fábricas de Alcoa de Avilés y A Coruña no se hicieron inversiones en serio desde varias décadas y eso supuso un atraso importante, hay que hacerse una buena pregunta para tratar de obtener una respuesta interesante. Una puede ser: ¿Cuántas inversiones estructurales se hicieron en la fábrica mariñana desde su apertura? La respuesta puede ser reveladora: cuando lo que ahora está funcionando no ya a pleno rendimiento, sino por encima de sus posibilidades, llegue a esa época y suponga ya un lastre, ¿qué decisión creen que tomará Alcoa? A la vista de las protestas por sus compañeros, ¿les costará tomar esa decisión? Yo diría que no.

No tengo idea de cuándo sucederá eso, pero en la misma medida estoy convencido de que pasará. Llegará un punto, tal vez en diez años, tal vez en veinte, a lo peor en cinco, en que Alcoa decidirá echar aquí el cierre y será algo imparable. Ya veremos quién los defiende entonces. Los que trabajaron en Alcoa A Coruña y Alcoa Avilés, es seguro que no.

EL GUSTO El regreso del Mes da Maxia en diecinueve restaurantes

LA MANCOMUNIDAD de Municipios de A Mariña inició este pasado fin de semana la séptima edición del Mes da Maxia. En esencia se trata de una iniciativa en la que durante una cena en alguno de los 19 restaurantes participantes un mago ameniza la jornada. Para quien lo haya probado, ya sabrá que es una experiencia realmente gratificante y sorprendente. Para quien no, no podemos por menos que animarle a que se acerque a alguno de los restaurantes a disfrutar no solo de la comida, sino de los número de magia de los magos participantes que les dejarán, literalmente, con la boca abierta.

EL DISGUSTO Un juicio tras 11 años de espera es algo que no debería darse

Empezó en Lugo el juicio al alcalde de Barreiros, Alfonso Fuente, la arquitecta municipal y varios concejales del gobierno municipal del PP del año 2007 por un presunto delito de prevaricación en la concesión de 45 licencias. Como queda dicho, se trata de unos hechos que ocurrieron en 2007. Hace ya once años de todo eso. Vale que la justicia es lenta, pero no puede ser que se tenga a nadie durante once años a espera de juicio. Ahora mismo es un proceso obsoleto. En Barreiros quieren pasar página. Varias de aquellas personas ya no están en política. La justicia a destiempo dicen que no es justicia.

Comentarios