TRES VECES se lanzó este sábado la moneda del partido en el Pazo dos Deportes y tres veces que cayó del lado del Betis. No sería justo hablar de mala suerte, porque como muchos entrenadores dicen, la suerte se cultiva y se trabaja, pero la realidad es que, después de dominar el partido en muchas fases, y de llegar a tener ventajas que sobrepasaron los diez puntos, el Río Breogán se ahogó en un mar de malas decisiones cuando el duelo requería concentración, tranquilidad e inteligencia en ataque.
La jugada que reflejó esta falta de templanza en la última prórroga fue el mate fallado por Sergi García que podía haber encarrilado la victoria. ¿Quién no lo haría después de tres triples casi consecutivos? Nunca faltó iniciativa, pero sí cabeza fría.
