Opinión

El feminismo es una canción de Raffaella Carrà

VIVA RAFFAELLA. Eso dictaba el primer grafitti que dibujé en mi vida. He de decir en mi descargo que Raffaella acababa de morir, en mi pueblo de veraneo había llegado el calor por fin y el albariño corría por mis venas en una noche de luna llena y de bares cerrados en horario infantil. En cualquier caso, la pintada estaba hecha con rouge de Dior que no resistió la segunda noche de rocío.

Minutos antes de mi acto vandálico, bailaba en el espigón con mi amiga Montse al ritmo de «para hacer bien el amor hay que venir al sur, es importante que lo hagas con quien quieras tú», una frase, la segunda, que debería estar incluida entre las indicaciones básicas de conducta para niñas, al mismo tiempo vital en que se aprende a tirar los residuos en la papelera o a cruzar en los lugares indicados para tal efecto. El tono de la música ya hace inferir que, además de con quien quieras, el amor lo puedes hacer cuando quieras, sin más compromiso que con tu libertad y tus ganas de vivir. Como le dijo Milena Busquets a Susana Pedreira en una entrevista, el cuerpo es un maravilloso parque de atracciones. Tú decides si te subes a la montaña rusa o prefieres la noria.

Vale, a veces te toca quedarte repartiendo los tickets.

En nuestra fiesta homenaje a la diva italiana, absolutamente improvisada, en lugar de bafles había un precario altavoz de teléfono y en lugar de bola de discoteca la potente luz del puerto. La vida nocturna ha dejado de existir, pero las ganas de vivir, de bailar, de reír no hay pandemia que se las lleve y los únicos seres a los que podíamos molestar era a los pescadores que esperaban atraer a los calamares con sus linternas.

¡Hemos disfrutado tanto con Raffaella! pero más allá de eso, es tan importante esa filosofía de la libertad, de la independencia desde la diversión, desde la alegría, desde nuestro poder individual. Demasiadas veces no nos queda más remedio que ser víctimas, pero de alguna manera ser libres es algo que sólo depende de nosotras, algo intrínseco, profundo por lo que debemos pelear y que no se consigue en los juzgados. Es muy anterior a llegar ahí.

Cuando hace un par de años me disfracé de Raffaella, mi tormentito me ayudó a hacer unas pancartas con las frases memorables como la anterior o "si te deja, no lo pienses más, búscate otro más bueno, vuélvete a enamorar". Entiéndase como, si te da la tabarra lárgate sin mirar atrás.

Después me vio marcharme a disfrutar con mis amigas de toda la vida de las largas noches de Carnaval de mi ciudad mientras ella se quedaba con su padre, un exmaridito adorable. Será por eso que, cuando murió la cantante, me dijo, mamá, tienes que escribir un artículo sobre ella.

Mis tesoritos entendieron muy bien que el feminismo es una canción de Raffaella Carrà.

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