Blog | Marta está harta

Batallas de gallos

Una de las batallas. EP
photo_camera Una de las batallas. EP

Llevamos ya una temporada en la que el plan del sábado consiste en eso de ir a las BATALLAS. La primera vez que escuché al cónclave de adolescentes que se reúne en mi casa eso de “hoy hay batallas”, pensé en las dichosas peleas de la muralla, que tantas horas de información ocuparon en todos los medios y que yo inocentemente daba por zanjadas. Así que preocupada por si seguían citando para ver peleas de adolescentes les pregunté, como quien no quiere la cosa, "¿batallas?, ¿qué narices son las batallas?".

Pues resulta que las batallas es otro evento al que va “todo el mundo”, y es que mi hija cada vez que le preguntas qué es algo, su contestación inmediata es que “va todo el mundo”. Después me explicaron entre todas que las “batallas de gallos” son duelos: duelos de raperos de Lugo, trappers se hacen llamar. A estos duelos, al parecer, acude toda la población adolescente de la ciudad para jalear a unos y otros, al más puro estilo circo romano. De hecho, el lugar preferido para hacerlo es el anfiteatro romano.

La cuestión es que las batallas se hacían en el anfiteatro, o lo que viene siendo en el quinto pino y yo, que soy una madre enrolladísima y también muy cotilla, me ofrecí para llevar a la adolescente y sus amigas hasta las batallas. Cuál fue mi asombro que bajando hacia el evento por una de las calles más grandes de nuestra ciudad vi con mis propios ojos como riadas de adolescentes se dirigían hacía el mismo sitio. No sé si serían todos, pero eran muchos.

Muchos adolescentes vestidos de malotes, como si esto fuera el Bronx, iban a ver un duelo de RAP en Lugo. Al parecer, en nuestra ciudad hay grandes traperos, porque ahora no se llama rap, se llama trap.

El trap es el rap del s. XXI, en el que dicen muchas palabrotas y que además está cargado de mensajes sexistas, que van hilvanando en frases sin sentido. Todas las frases terminan con la tan manida expresión puta mierda o similares, por ese afán de impresionar con una imagen de malos malísimos. Para ilustrarme sobre el trap y las batallas de gallos me pusieron una canción de trap, que habla de no querer hacer lo perfecto y parece ser que hacer lo imperfecto es decir puta madre, mi polla campeona, follar, etc, (perdonad estas palabras).

La escuché atentamente, intentando analizar la letra como si fuese una poesía en un examen de poesía vanguardista, buscando un sentido, un mensaje detrás de todas esas horribles palabras. Pero nada de nada, no lo conseguí. Lo único que he conseguido sacar es mi lado más carca y pensar que con estas cosas es con las que estamos perdiendo a nuestros adolescentes. Y no es que esté yo en contra de las canciones protesta o irreverentes, es que son canciones en las que el mensaje es totalmente sexista y absurdo. Los traperos se definen como nihilistas y estupefacientes. Creo que no tienen muy claro el significado de ambas palabras, bueno, estupefacientes sí que son, porque te dejan estupefacta.

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