Opinión

Viene Valls

CONOCÍ A Manuel Valls hace unos meses, en Palma de Mallorca, pues quiso acompañarnos en un acto de España Ciudadana. Volamos juntos desde Barcelona para reunirnos en la isla con otros compañeros, y tuve ocasión de hablar con él de muchas cosas. Es un hombre brillante, un conversador excelente, y tiene un sentido del humor tan refinado que sólo ese atributo ya sería suficiente para convertirlo en una persona muy atractiva. Valls quiere ser alcalde de Barcelona, y sólo hace falta comprobar lo malísimamente que ha sentado la noticia a separatistas y populistas para entender que tiene muchas posibilidades de llevarse el gato al agua. Manuel Valls se ha propuesto recuperar Barcelona para el constitucionalismo, ahí es nada. Y no sé si todo el mundo es consciente de lo que deja para emprender una verdadera cruzada: Valls podría haberse retirado de la vida pública y dedicarse a hacer lo que le diese la gana. Un ex primer ministro francés puede vivir durante el resto de su vida del prestigio acumulado. Sin embargo, Valls da un paso al frente con el objetivo de rescatar Barcelona de las garras de los populistas que, en feliz connivencia con el separatismo, están llevando al abismo una de las ciudades más bellas de Europa. Barcelona tiene que darse una oportunidad de volver a ser la
urbe moderna, pujante, europeísta y abierta, el lugar de acogida, imán del talento llegado de todas partes del mundo. Todo lo que Colau ha tirado por la borda en estos últimos cuatro años, puede recuperarlo Manuel Valls. Este catalán que hizo carrera en Francia, este español emigrado, este barcelonés de ida y vuelta regresa a casa para arrancar la página más triste de la historia reciente de la ciudad de la misma forma que arrancará los lazos amarillos que cuelgan, ominosos, de los edificios públicos con la aquiescencia de los ‘comunes’. Y sí, vamos a caminar con él porque estamos en un momento de verdadera emergencia ética. Y porque queremos recobrar Barcelona.

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