Opinión

La cultura es segura

LA VÍSPERA de la reapertura de los Teatros del Canal tras el parón provocado por la pandemia no fui capaz de dormir ni un minuto. Estaba nerviosa. No, corrijo: estaba aterrada. El Canal fue el primer gran teatro europeo que abrió sus puertas. No había precedentes sobre lo que iba a ocurrir, sobre el comportamiento de la gente, sobre el respeto a las medidas… ¿se resignaría el público a usar la mascarilla toda la función? ¿Respetarían los turnos de entrada y salida? ¿Se tomarían bien o mal las esperas para acceder a la sala? Pasé una noche en vela haciendo cábalas, y ese día fui al teatro temblando como una hoja. No tragué saliva hasta que sonaron los primeros aplausos y fui consciente de que el teatro había vuelto a la vida y no había que lamentar ningún incidente: antes al contrario, el comportamiento del público había sido extraordinario, siguiendo escrupulosamente las instrucciones del personal de sala y demostrando paciencia ante cada pequeño inconveniente.

Desde ese 17 de junio, la Consejería de Cultura y Turismo ha organizado más de 700 actos culturales en 139 municipios por los que han pasado 120.000 personas, sin que haya habido un solo rebrote asociado a nuestros conciertos, funciones de teatro o cine de verano. Los contenedores culturales son lugares seguros. El público de la cultura es respetuoso y paciente, tal vez porque tenía tantas ganas de regresar que no quieren poner en peligro lo conseguido. Ahora hay que seguir así, reclamando responsabilidad individual, recordando lo esencial de seguir las recomendaciones de distancia e higiene, y la importancia de usar la mascarilla, que será nuestro mejor escudo para prevenir el virus. Pero esto no puede parar: hay que volver a los cines, a los teatros, a los museos, a las salas de concierto, y hacerlo con la conciencia de que de momento nada puede ser como antes. Pero recuerden estas cifras: 700 actos, 120.000 personas, cero rebrotes. Está en nuestra mano no dar ni un paso atrás.