Opinión

Zafia salvajada

LA DUDA de si el ser humano es el único animal racional, de si actúa o no sabiendo lo que hace en cada momento, mediante un comportamiento coherente, persiste por culpa de algunas conductas inadecuadas, en las que otras especies irracionales nunca cooperarían. ¿Cómo es posible, por ejemplo, que en el puente ourolense de Merille fuese colgada una oveja muerta como reclamo por los constantes ataques del lobo a la cabaña ganadera? Claro que los vecinos tienen el derecho, y también toda la razón, a quejarse por el descontrol de tales carnívoros, cuya lucha alcanza varios frentes en diferentes lugares, sin que se haga nada por evitarlo, o si hace es para que su número se incremente, pero nada justifica que quienes se esfuerzan en demandar el control de las alimañas hayan de rebasarlas, inmolando y colgando una oveja, por irresponsable que sea la actitud de quienes se pavonean desatendiéndoles. Como tampoco hay excusa para que el alcalde justifique y respalde el bestial señuelo, como autoridad que es, obligado a defender el orden y la mesura, aunque tenga razón al remarcar, no que se extermine, sino un equilibrio, "porque la población del lobo está totalmente desequilibrada", más que subvenciones. Aun así, nada justifica tan zafia e incoherente salvajada.

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