Opinión

¿Y si fuese cierto?

Ahora mismo, entre otras, nos cercan dos amenazas, incitando a muchos ciudadanos, crédulos unos y no tanto otros, a prevenirse y asumir todas las cautelas. Por si acaso. Una de ellas es el paro de transportistas que bloqueará el país en vísperas de Navidad. No parece ninguna amenaza pueril y puede privarnos de turrón, champán, cordero y otros caprichos, gastronómicos, recreativos…

Los camioneros supieron elegir el momento fetén para que se les atienda. El otro desafío, más aparatoso y menos probable, es el del gran apagón energético (masivo), de alcance impredecible, tanto por su expansión como por sus potenciales efectos demoledores. Mejor que ni se lo imaginen para evitar soponcios anticipados. En principio, sin ahondar en razones, parece una patochada, como otras muchas incredulidades que circulan, pero, oiga, ¿y si fuese cierto?

La duda, inconsistente, existe. Lo seguro: habrá más perjudicados que favorecidos, caso, por ejemplo, del comercio online de Taboada que en 48 horas vendió mil recipientes de gas para fogones de cámping, entre precavidos. Lo mismo pasa con generadores eléctricos, acumuladores de energía, velas…, entre otros avíos de subsistencia. O sea, desabastecimiento y precios al alza. De eso se trata, en principio.

Comentarios