Opinión

Y ahí siguen...

La deficiente formación intelectual (y humana) de muchos de los políticos que nos gobiernan en las diferentes administraciones del Estado, empezando por el propio Ejecutivo (con ministros escribiendo propuestas de ley plagadas con faltas de ortografía, entre otras perlas), unido al cerrado y exaltado fanatismo de algunos de ellos, es como para echar a correr, viendo en qué manos estamos. ¿Cómo es posible que en Palma sea alcalde, socialista, el que avaló la torticera supresión del callejero de tres almirantes del siglo XIX, por su vinculación al franquismo? O que suprimiese la calle Toledo por ser la ciudad toledana donde está el Alcázar. Ni saben nada de historia ni les interesa saber para poder manejar sus desvaríos desde la ignorancia, pero la burramia progresista no se detiene y se agranda cuando se pretende enmendar el disparate mallorquín alegando que la confusión se debe a que tres barcos de los tiempos de Franco llevaban los nombres de los marinos; guirigay agravado por quince mil euros del ala, de dinero público, el que como decía la ministra Calvo "no es de nadie", que pagaron a otro intelectual amigo, que pasaban por allí, para depurar el callejero, cribando los rótulos franquistas con todas las garantías. Y ahí siguen vivitos y coleando, como si nada.

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