Opinión

Velocidades

LOS excesos de velocidad, en carretera o en áreas urbanas, son sin duda la causa que más accidentes origina, pero determinar límites sin razonarlo o justificarlo debidamente no es la mejor solución. Por eso surgen reticencias tras el anuncio de fijar la velocidad máxima en las calles de un solo sentido a 30 kilómetros. Algunos expertos, como es el caso del director de seguridad vial del Race, sostienen que se debe apostar por una velocidad variable, dependiendo de las necesidades de caso. "Una norma genérica puede provocar, sin justificación, retenciones y problemas de tráfico en calles que no requieren esta reducción", apunta. También lamenta Antonio Lucas que no se hable para nada de invertir en infraestructuras, cuyo (mal) estado es la causa de muchos accidentes. Pero donde hay mayor unanimidad de rechazo es en la eliminación del margen de veinte kilómetros por hora sobre el límite de velocidad en los adelantamientos, por el riesgo evidente que conlleva, como alerta Automovilistas Europeos, que apela a la necesidad de contar con una reserva de potencia extra para terminar cuanto antes un adelantamiento y reducir su peligrosidad. Una vez más se adivina la intención de hacer caja, que es lo que ilumina siempre la intención de las mentes lúcidas de conveniencia.

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