Opinión

Vecinos

VERDAD ES que  no está del todo claro el sentido y el cometido de las asociaciones de vecinos, perdidas a veces en controversias infructuosas, en defensa de postulados que escapan de su incumbencia, y ausentes cuando no deberían de estarlo en cuestiones que hacen que no ven o ven de lejos. Lo que sí es evidente es que la federación vecinal de Lugo, le asistiese o no la razón de fondo, no maniobró con finura ni estuvo atinada en su posición sobre los presupuestos municipales rebatidos al equipo de gobierno, con amenazas a los concejales de la oposición, que refutaron en bloque, exigiéndoles explicaciones "fuera del ámbito político", interpelación antidemocrática, como si los ediles dependiesen de su organización y no de la voluntad de los ciudadanos, a los que representan en función de la confianza que en ellos, para bien o para mal, depositaron en las urnas. Cierto que acabó remendando el rancio planteamiento, pero con evidencia de sus discrepancias internas. Cada cual anda a su aire, lejos de lo que debería ser una institución que dice representar a sus asociados, que no a todos los vecinos, se supone que para conciliar más que para irritar.

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