EL PASOTISMO de los gobernantes es la manera más fácil de sortear la responsabilidad, amparado en la desgana, en el escaqueo y en la indiferencia, sin mojarse, haciendo oídos sordos, a la espera de que amainen los chuzos. Unas borrascas van eclipsando las otras. Es la táctica estrella del Concello de Lugo para prorrogar problemas acumulados por incapacidad, o estirarlos con falsas promesas. Es el caso, por ejemplo, de la invasión de patinetes eléctricos por aceras y zonas sin coches, obligando a los peatones a una incesante tensión, la que producen tales artilugios pilotados casi siempre por apasionados de la temeridad y desafío del descalabro entre los indefensos y pacientes viandantes. Se habló más de una vez de resolverlo, prohibiéndolo, pero el gobierno municipal está más pendiente de la foto y chorradas varias que de aplicar soluciones. Viene al caso porque el Ayuntamiento de Vigo acaba de aprobar la ordenanza prohibiendo que los patinetes circulen por los mismos lugares que los que caminan. Se les obliga a utilizar la calzada o los carriles para bicis, que es lo razonable y lo sensato. Pero en Lugo se les sanciona si utilizan la calle y se les conmina a ir por las aceras, no importa cómo. ¿Que ocurre una desgracia? Se lavan las manos.
