Opinión

Recochineo

Eso de que los últimos serán los primeros, más que alborozo mueve a tirarse de los pelos, pero a veces ocurre, fuera del contexto evangélico. Por ejemplo, Lugo a la cola de casi todo lo positivo o fructífero, es ahora, por población, líder nacional en radares veloláser (de reducido tamaño y con tecnología láser), con siete en funcionamiento en diferentes puntos de la provincia. Con independencia de que cuadre o no tan férreo control (recaudatorio) para medir los excesos de velocidad en las carreteras, se observa que honrarnos con avanzados cinemómetros, los más pequeños e infalibles que usa la DGT, es más fácil y rentable, por ejemplo, que reparar el firme de las carreteras, mejorar trazados o acabar las autovías estancadas. O que el Gobierno no nos tenga en cuenta con la alta velocidad ferroviaria. Porque aun siendo necesario velar por la seguridad vial, ¿qué hizo de malo Lugo para ser primera en radares y última en atenciones y mejoras en vías de comunicación? Parece un recochineo más de la mano negra que no cesa en el acoso. Y hay más, se pueden instalar en un trípode, pero suelen hacerlo en los guardarraíles o quitamiedos, lo que, dicen, está prohibido, lo cual dio lugar a denuncias, entra ellas la de la Unión Internacional para la defensa de los Motociclistas (IMU) por suponer un peligro para la seguridad. Da igual, los fines son otros.

Comentarios