Opinión

Quinielas

TODO da muchas vueltas, tantas como la vida misma. Vehemencias del pasado, acaban disueltas en la indiferencia. Algo de eso pasa con las quinielas. No son lo que eran, y el mejor barómetro es la recaudación. Según el Patronato, en ocho años cayó más de un cincuenta por ciento, dice que por culpa de las apuestas online que antaño no había, y también por la dispersión de horarios en la Liga. Jugándose todos los partidos del boleto a la vez, la seducción era mayor. Ya no conmueve la suerte de los acertantes millonarios, si hay. Nada que ver como cuando el agricultor vallisoletano, de Valbuena de Duero, Gabino Moral, en febrero de 1968 batió el récord de treinta millones de pesetas (un pastón) con una sola columna, que le dictaron los dados. Récord que multiplicó en octubre de 1980 el pastoricense afincado en Lugo Ángel Legaspi, con 208 millones en otra columna. Era un parado, y cuando la policía fue a ‘secuestrarle’ a su casa de Río Narla por mandato de José María García, para su programa de radio, creyó que iban de detenerlo. Un episodio, en fin, que a los periodistas nos robó el sueño aquella madrugada. Hoy no se entendería el revuelo.

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