Opinión

¿Qué es ensañarse?

La Real Academia de la Lengua debería modificar el sentido del vocablo ensañar para amoldarlo a la doctrina del Tribunal Supremo. El diccionario considera dos acepciones. Una, irritar, enfurecer, y otra, deleitarse en causar el mayor daño y dolor posibles a quien ya no está en condiciones de defenderse, definición que parece concordar con el frenesí y fiereza de la asturiana que se cargó a su pareja, mientras dormía, asestándole 35 cuchilladas, lo cual hace suponer que la víctima no tuvo opción de impedirlo. Parece, pues, un enseñamiento de libro, puro y duro, y no un arrumaco encubierto, menos para el alto tribunal que, tras corregir al TSJA, dictaminó que tal probabilidad no existió "porque los hechos probados no perfilan con el rigor descriptivo necesario los elementos característicos de la agravante de ensañamiento". No se explica en qué consiste el tal necesario "rigor descriptivo", pero... ¿puede describirse de manera más gráfica la saña, con el bestial y reiterado deleite de 35 navajazos? Menos mal que la corrección solo conlleva la rebaja de pena, de 25 a 21 años de cárcel, y no la absolución, que todo podría ocurrir, visto lo visto. Una incoherencia que contribuye a ahondar en la desconfianza que la Justicia genera para el ciudadano que guía por la lógica.

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