Opinión

Peajes

SIENDO sinceros, ¿a quién no incomoda el peaje en las autopistas, aun sabiendo que no queda más remedio que pagarlo? Por eso que los usuarios de las que el Gobierno liberará de tal incordio, por agotarse el contrato de explotación, están que se salen: AP-4 (Sevilla-Cádiz). AP-1 (Burgos-Armiñón) y AP-7 (Tarragona-Alicante). ¿Y los demás? Sin comerlo ni beberlo, resignados a satisfacer lo que abonaban los exonerados. ¿Es por lo tanto justo el rescate? No lo parece, por mucho que se venda como conquista social. Las vías exigen una conservación muy costosa que alguien ha de pagar, y si no lo hacen quienes las usan, se hará a escote, se utilice o no, con cargo a los presupuestos del Estado. Nada hay gratis. Otro gesto del nuevo Ejecutivo que nos irá al bolsillo. Por demás se abre el agravio comparativo. Unos sí y otros no, aunque que sea por razones de plazos de concesión. Por ejemplo, la AP-9 (autopista del Atlántico), que une A Coruña con Tui, de la misma generación que las que van a ser beneficiadas, seguirá sometida al canon, y ello perjudica a miles de conductores, que no disfrutarán de ninguna exención. Y pagarán, además, lo que los otros no pagan.

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