Opinión

Paseo del Rato

NO ES necesario recordar que el paseo del Rato/Paradai fue uno de los principales logros de esparcimiento para los lucenses, no debiendo quedar nadie que no lo haya utilizado alguna vez. O cientos de veces. Pero la desidia y el abandono amenazan con arruinarlo para siempre. Su deterioro, con varios tramos cuasi intransitables, es preocupante y muy evidente. Basta patearlo para percibir la dejadez, dando a entender que a la Diputación, organismo que lo relanzó durante el mandato de Francisco Cacharro y que es (o era) la encargada de su custodia y sostenimiento, dejó de interesarle, sin que se sepa por qué. Este periódico publicó hace algunos días un amplio documento fotográfico que lo atestigua. Los inconvenientes para los paseantes comenzaron con la irrupción incontrolada, y no siempre respetuosa, de las bicicletas, que lo acapararon para sí. Ojalá lo remedie el anunciado carril bici. Por si fuese poco, la decadencia también alcanza al depauperado cauce del río, despreciado por la Confederación Hidrográfica Miño-Sil. O sea, está muy bien que se le dote de alumbrado, pero de poco o nada servirá si el paseo en sí continúa intransitable.

Comentarios