EL DE buen cocinero es oficio muy demandado y bien pagado. El CIS, tras la hecatombe andalucista, precisa cuanto antes otro chef que ponga orden entre pucheros, fuera del alcance del señor Tezanos, distanciándolo de los fogones en los que se cuecen las encuestas. No es tolerable que un organismo público, pagado con el dinero de todos, se entregue a los intereses de una parte, despreciando la objetividad que le es debida para satisfacer a su amo y tratar de tontos a los ciudadanos. Siendo evidente que el CIS hace el ridículo desde que el señor Tezanos moldea los sondeos, el no va más se alcanzó con los andaluces, al vaticinar un solo escaño para Vox, ocho puntos menos de los conseguidos; 45-47 para los socialistas, en vez de los 33 sacados y el posicionar a Podemos-IU, socios de Sánchez, como segunda fuerza, quedando de cuarta. Por lo visto y ocurrido, el votante no hace ni puñetero caso a conjeturas e insinuaciones y pasa lo que pasa cuando llega el momento de ir a las urnas. Si como parece, la manipulación se orienta para condicionar y encauzar al votante, se habrán percatado de que la estrategia falla.
