CONOCEDORES de las limitaciones de la ciencia, los meteorólogos no son muy dados a predecir qué tiempo hará más allá de un anticipo de quince días, pero a veces arriesgan, y la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) desbarató isobaras para vaticinar un invierno más cálido de lo normal en Galicia, con precipitaciones normales para esta época del año. Más que conjetura, una deducción razonable. Puede que acierte en vista de lo vivido hasta ahora, pero así y todo, mi amigo Juan, labriego sabio, se fía mucho más de sus experiencias y de sus vivencias que del rigor científico. E incluso cree más en las predicciones de los calendarios de toda la vida, las que ofrecen a su modo y mAnera O Mentideiro Verdadeiro, creado en 1963 por el cura José Regadío, en Palas de Rei; O Gaiteiro de Lugo, del recordado Gerardo Castro, y cuya trayectoria se remonta a 1857, o el Calendario Zaragozano, en circulación desde 1840. Sus respectivos pronósticos se basan en lo que no suele fallar: sol en verano, lluvia, frío y nieve en invierno. Con matices, casi nunca se equivocan. La lógica se permite el lujo de desafiar a quien ose llevarle la contraria.
