Opinión

Líos, solo líos

CUANDO un objetivo no alcanza sus fines, hablamos de fracaso. O de frustración, como la que caracteriza al jardín político, sitiado por líos, golpes, tramas, chanchullos e intrigas que nada tienen que ver con lo que el ciudadano quiere para la solución de sus aprietos ni con el eclipsado Estado de bienestar. Políticos, gobernando o en oposición, no hacen otra cosa, desde hace meses, que chulearse y pelearse en defensa de sus intereses personales. En Cataluña, todos contra todos; Rivera contra Rajoy, Pedro Sánchez frente a Susana Díaz y los que tratan de moverle la silla, Iglesias maldiciendo a Errejón y viceversa, los de En Marea capeando el oleaje del sálvese quien pueda; el BNG tratando de salvarnos quemando fotos del Rey, los sindicatos con los separatistas. No hay más vida más allá de Cifuentes o Puigdemont, como si solo eso fuese lo que preocupa a quienes no llegan a fin de mes. Eso sí, da para mucho martilleo mediático, con tertulianos a sueldo del guirigay, representando una aburridísima comedia de enredo que únicamente alimenta el bostezo. ¿Qué no hay presupuestos? Eso puede esperar. ¿Qué el paro no mengua y las pensiones sí? ¿A quién interesa?

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