Opinión

Labia retorcida

NO SIEMPRE (sería rozar lo imposible), pero a los políticos solo se les entiende bien cuando hablan mal unos de los otros. Por lo demás, su arrojo dialéctico se cimenta en el uso desatado de eufemismos para engañar al rebaño y edulcorar la realidad. Circunloquios, frases hechas y vaguedades que procuran suavizar la carga negativa o violenta de la gestión económica o la acción social. Saben muy bien que el populacho es muy fácil de camelar, y siendo así para qué utilizar el "toque de queda" si parece más garboso apelar a "restricciones de movimiento nocturno" o "limitación de movimientos perimetrales", expresiones más sosegadas, que recuerdan a Solbes refiriéndose a la recesión como "crecimiento negativo". O a las irresponsables digresiones de Zapatero negando la crisis una y otra vez. Bien es verdad que tanta labia retorcida refrenda la riqueza lingüística del idioma, pero desazona oír, por ejemplo, las cantinelas de daños colaterales por víctimas civiles, regulación de plantillas por despido, exclusión social por pobreza, brazo armado por organización terrorista, desaceleración por crisis, movilidad exterior por emigración, moderación salarial para la bajada o congelación de sueldos..., y tantos otros recovecos para que comulguemos con ruedas de molino, cuando ni la harina ni el horno están para bollos. Y lo que te rondaré.

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