Opinión

Jugar antes que leer

SI LO averiguado por el CIS se corresponde con la (triste) realidad, cuando menos para el 35% de los españoles la celebración este sábado del Día del Libro pasará desapercibida, o no les dirá nada, lo mismo que el cuatrocientos aniversario de la muerte de Cervantes. Son los que, según el sondeo, nunca o casi nunca leen un libro. Para más inri, los dos tercios que sí dice hacerlo, únicamente lee un promedio de 8,6 libros al año, cuando, por ejemplo, el porcentaje es de 47 en Finlandia. Los libros digitales tampoco consiguen despegar en el deprimente destello de lectura; de hecho, solo el once por ciento utiliza el sistema electrónico; y no debe ser culpa de las nuevas tecnologías. Porque el mercado de los videojuegos está en alza, mejor que nunca. El sector, uno de los primeros en ocio audiovisual e interactivo del país, facturó el año pasado más de mil millones de euros, debido a que la parrilla de usuarios es amplísima. Si el perfil más alto se sitúa entre los 11 y los 14 años, con un 79% de jugadores por edad, es más significativo que entre los 45 y 64 años sea del 16%. Resumiendo, somos más devotos de los juegos que de leer.

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