Opinión

Inquietante

EN MEDIO del carajal que ameniza la contra a Feijóo, resulta que la fecha establecida por el presidente gallego para los comicios es ahora, a falta de otras, arma arrojadiza de campaña, como si no hubiese otros problemas más determinantes que resolver en los respectivos feudos que criticar el día señalado, como si el éxito o el fracaso dependiese de la data. La única postilla sensata al respecto es la aportada por el alcalde de Vigo, conforme con la coincidencia del País Vasco en aras de evitar elecciones día sí y día no, y no calentar todavía más el maltrecho ánimo del ciudadano. Pero si nos ponemos serios, solo es una anécdota. Lo que de verdad inquieta, faltando menos de dos meses para emitir el sufragio, es el descalabro generalizado en los partidos opositores por sus luchas intestinas y sin cuartel, ciscos que ni se ocultan ni cesan en momentos en que se debería al menos remedar unidad, aun siendo conscientes de que ya no es posible ninguna conciliación creíble. Y no es todo. Si el ruido de navajas es tan sonoro antes de rascar poder, ¿qué puede ocurrir si llegado el momento arañasen alguna opción de repartir sillones y privilegios? Cierren los ojos.

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