Opinión

Ingenua Unida (IU)

NINGUNO PARA ofrecerle techo, oiga, pero de tener que escoger es difícil decidir si quedarse con un político vivales u otro ingenuo. Depende, pero ambos suelen ser un peligro, cada cual a su modo y manera. Y si por demás el panoli es incauto profundo, para echar a correr. Es el caso de Alberto Garzón, pretendido líder de la extinta Izquierda Unida, engullida por Podemos. Acaba de percatarse, a dos años de entregarse, que no pinta nada en el conglomerado podemita. Lloriquea ahora, cuando ya tiene difícil remedio, reclamando "identidad propia", se supone que añorando la de antes de rendirse a Iglesias a cambio de salir en la foto y en contra del parecer de sus antecesores, Gaspar Llamazares o Cayo Lara (Anguita acabó podemizado), que haciéndolo mejor o peor, supieron defender la identidad propia, sin ser apéndice de nadie. Poco o nada duró la infausta exultación, como estaba anunciado desde el inicio de aquella interesada luna de miel para mayor gloria de Podemos, que así liquidó a una mosca cojonera a cambio de nada. Si tal ver tal esperar, no les extrañe que también pique el PSOE si Sánchez no espabila. Otro ingenuo.

Comentarios