Usuarios de viajes del Imserso expresaron sus quejas en este periódico por el procedimiento de distribución de plazas, práctica que se repite cada año al conformarse por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales dos grupos para la elección en días diferentes, probablemente por orden alfabético de los beneficiarios, en el que siempre salen con ventaja los de la primera tanda, pudiendo escoger los mejores o únicos destinos. Quienes acuden el segundo día difícilmente pueden optar a ninguno, o quedan anclados en la reserva por si renuncia alguno de los primeros. Tienen toda la razón y hacen muy bien en elevar su descontento, porque se discrimina claramente a una parte, cuyos derechos son los mismos. Una de dos. O se prescinde de los grupos, y que cada cual acuda a la agencia cuando le venga bien, lo cual sería lo más democrático, aunque posiblemente con problemas de operatividad si no se amplían los centros de distribución, o se alternan anualmente los grupos. Quienes en un año van primero, irían en el siguiente de segundos. Lo que no puede tolerarse es que el orden alfabético o cualquier otro sistema menoscabe siempre a los mismos y favorezca a los de siempre. El Imserso está obligado a resolverlo.
