Opinión

¡Hay que pagar!

PARAFRASEANDO a Fole, el Concello de Lugo va a tener que apañárselas ‘a lus do candil’, o con velas para alumbrar la oscuridad de sus negociados y de su gestión. El tercer corte de energía por no pagar la factura del suministro a dependencias municipales, ahora en el MIHL, huele a cachondeo y a desgobierno. De nada sirve que la edil responsable vea "intolerable" que la empresa comercializadora (se le deben 1,3 millones) lo decidiese poco menos que sin avisar, como si las eléctricas no cortasen la luz sin previa advertencia a todo hijo de vecino que no paga la factura de consumo, y en casos seguramente mucho menos justificados que el municipal.

El esgrimido colapso de los servicios eléctricos no sirve como excusa, toda vez que la recaudación municipal tampoco tolera prórrogas para satisfacer los impuestos, salvo con el adicionado recargo, y si no es así, la maquinaría ejecutiva se pone sin más demora en marcha; no se hace esperar, con lo cual se bloquean cuentas bancarias, nóminas o lo que se tercie. "¡Hay que pagar!", como bien advertía en su día Pepito Chimeneas.

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