Opinión

¿Dónde se meten?

LA PREGUNTA, avalada por la lógica y la sospecha, surge por la ausencia de los habituales (o profesionales) de la bronca y el reproche en un momento tan delicado, por la crítica situación del país en diversos frentes, que en otro momento, gobernando otros, estarían en pie de guerra. Ahora, pueden caer chuzos de punta. José Castro, columnista de este periódico, se interrogaba dónde se agazapan los de ‘Nunca máis’, al haber sido empujados al Sil los vagones de Renfe. Deduce que si la incumbencia dependiese de la Xunta, se estarían pidiendo cabezas, como cuando el desastre del Prestige. Al menos, el silencio resulta sospechoso. Otro articulista del diario, Jorge de Vivero, se pregunta, del mismo modo, dónde se esconden los izquierdistas y progresistas, tan habituales y prestos en la protesta y en elevar la voz contra tantas cosas, y apunta a que si se callan, disimulan o disculpan, será porque están en el Gobierno o porque en él están los suyos. Dos reflexiones que avalan la evidencia. Es lo mismo, por ejemplo, que cuando las feministas de libro salen desenfrenadas a la palestra si el agravio afecta a las de su pelaje, o enmudecen si el ultraje atañe a las que no asumen su ideario. Son muy de lamentar comportamientos tan torticeros, pero forma parte de su deshonesta estrategia.

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