Opinión

Del pasado, nada

DECÍA NELSON Mandela que "todo parece imposible hasta que se consigue". Es decir, que casi todo puede alcanzarse si nos lo proponemos. Visto así, también es posible que Pedro Sánchez acaricie algún día la Moncloa; de su euforia del último congreso federal socialista podría deducirse que solo le falta echar a Rajoy sin más requisito que el del empujón, sin urnas. Vete ya que me pongo yo. Y deben de pensarlo también quienes le elevaron el optimismo, sin más alegato (corto recorrido) que el de ir a por Mariano. Sánchez escenifica rehabilitarse obviando su pasado, esquivando su doble fracaso electoral y el 'mérito' de haber deslizado al partido a la cuasi irrelevancia. Su pretensión de acorralar al Gobierno con las 'fuerzas del cambio', reclutando apoyos necesarios en el Congreso parece, hoy por hoy, una incauta reedición de sus fracasos anteriores, donde las intenciones chocaron con la realidad, que ahora finge ignorar. Si se propone gobernar no le quedará otra que someterse al criterio de los electores, no a la pasión de la militancia. Las virtudes solo se avalan con el voto de la ciudadanía. Todo lo demás son fuegos de artificio.

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