Opinión

Coletazos de la mugre

GRACIAS A la celeridad con que actúa la Justicia, un año después la huelga (salvaje) de basuras que convirtió a Lugo un estercolero inmundo durante dos meses sigue coleando. En tanto que sindicalistas acusan a Urbaser de seguir con represalias hacia sus trabajadores, los ciudadanos no dejan de proferir quejas sobre una ciudad cada vez más mugrienta por culpa de todos ellos. Al fin y al cabo el contribuyente que paga el servicio no cuenta para nada, ni siquiera para los jueces, cuya valoración de los hechos no coincide con la percepción generalizada que caló entre los sufridores del daño, con la aquiescencia de la empresa adjudicataria, sus trabajadores y autoridades, que nada hicieron por evitar ni por solucionar el conflicto. Que un juzgado no considere ahora abusiva la actitud de los empleados hacia su patronal no exime de culpa a los actores del paro por haber abusado chulescamente de los cien mil habitantes de una ciudad que aguantó estoicamente la violación de sus derechos, sin ningún resarcimiento. Es más, siguen queriendo que se les aplauda.

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