Opinión

Cochambre

CONVENDRÍA que los jurados, si es que hubo jurados, que se atrevieron a otorgar a Lugo (con recochineo) las escobas de plata y oro, en los años 2008 y 2016, por ser una urbe aseada (pretexto), inspeccionasen ahora el estado de las calles, especialmente las menos céntricas, para certificar in situ la vergonzosa progresión de cochambre que se ha adueñado de la mayoría, como si el servicio de limpieza se implicase adrede para que la mugre se expanda a su libre albedrío, empezando por los contenedores, la mayoría desvencijados, con las bolsas amontonadas, o basura suelta, a su alrededor, y por si fuera poco, con desechos de punto limpio, abundando los colchones malolientes, y mobiliario inservible, pero que permanecen días apilados, sin que nadie los retire. Como denunciaron algunos vecinos a Kari Acebo en el reportaje que al respecto ofreció este periódico, lo único que faltaba es la displicencia y la desgana de determinado personal municipal cuando se reclama por teléfono la intervención del servicio de recogida, con la osadía de recomendar al infeliz contribuyente que si no está conforme que vaya en persona al Concello a denunciarlo, como si no tuviese otra cosa mejor que hacer que el suplantar a los que tienen el deber de ocuparse de ello. ¡Qué vergüenza!

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