LO MÁS razonable sería que el ofrecimiento del conselleiro de Sanidade a los médicos, para reconducir o ajustar la nueva cita previa del Sergas, evite que el Consello Galego de Colegios Médicos recurra ante los tribunales, como anticipó, la que considera invasión de competencias de la Xunta, pretendiendo dejar en manos de personal administrativo la atención médica que en cada momento necesite el paciente. De no ser así, y aunque no se puede predecir ninguna decisión judicial, en este caso, apelando a la sensatez y al buen sentido, lo más probable es que se acepte el requerimiento de los médicos, contrarios a que personal no facultativo sistematice el proceso de las consultas médicas, porque, por mucho que se apele a necesidades funcionales del organigrama de salud, no deja de ser una ligereza determinar que personas no cualificadas decidan, por novedosa que sea la asistencia de programas informáticos, lo que cada paciente necesita cuando acude al médico, antes de que este considere lo que realmente precisa. Habrá enfermos que lo acepten, pero otros no obviarán la desconfianza que genera el pretendido procedimiento. Siempre se dice que con las cosas de comer no se juega, y con mayor motivo, tratándose de posiciones donde están en juego la salud y la vida.
