Opinión

Caos y escaqueo

Sin distorsionar la realidad, se sabe que el viaducto desplomado en la A-6, en Pedrafita, no puede ser repuesto de la noche a la mañana, como si fuese un puzle, pero el estancamiento operativo se utiliza para acentuar el conformismo, la indecisión y la duda permanente del no se sabe cuándo (¿tal vez nunca?) o la incertidumbre de años por delante para restablecer el uso, tal es la predicción de Fomento. Una cosa es no engañar con esperanzas milagreras y otra, el escaqueo al amparo del marrón para legitimar la desidia y la falta de voluntad que acelere la resolución del problema, que de suceder en otro lugar, por ejemplo en Cataluña, la celeridad no se haría esperar. No lo consentirían, poniéndolos a todos firmes y sin opciones de rechistar. Las colas kilométricas desde As Nogais, como la del pasado domingo en el desvío para salvar Pedrafita, agravadas por la feria local, se suceden con harta reiteración, exasperando e irritando a los que entran o salen desde o hacia la meseta y no son más que la evidencia de que Galicia, en su acceso norte, está taponada y marginada, sin que aviste una actuación urgente y seria que lo evite el aislamiento, que no se corrige con palabras huecas. Lo único que se advierte es el caos arropado por la indiferencia, a la espera de que el tiempo lo resuelva.


 

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