Opinión

Buses: marcha atrás

NO SE sabe cuál será el desenlace, pero el rediseño del transporte público que elabora el gobierno municipal genera cuando menos controversia. Y reclamaciones por parte de vecinos que viven en el extrarradio, hasta donde llegaban los buses actuales y que no lo harán, parece, si cuaja el nuevo organigrama de líneas.

Si el haber renovado la concesión a la misma empresa no sirve para resolver los problemas y sí para incrementarlos, mejor hubiese sido estarse quietos o buscarse otro concesionario. Desde siempre, el transporte público se caracterizó en Lugo por calamitoso, y jamás nadie fue capaz (o no quiso) de arreglarlo, más que por falta de medios o dispositivos adecuados, que también, por desprecio al sentido común y a la cordura. Será porque se sirven otros intereses que no son los de los ciudadanos, que lo único que demandan es que sea útil.

De lo contrario no se entiende tanto despropósito con el apoyo de los políticos y la connivencia de los técnicos, empeñados todos en hacer justamente lo contrario de lo que los usuarios reclaman. Por lo que parece, habrá que esperar otros cuantos años. O sea, buses sí, pero en marcha atrás.

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