Opinión

Bronca con chasco

ANTES de cualquier otra apreciación y para sosiego de quienes lo soportamos de refilón, ¡por fin acabó lo de Madrid! Y como Madrid es el ombligo, lo demás no existe. Es un alivio, quizá momentáneo, porque la bronca sigue siendo el argumento preferido de la mediocridad política. Y la bronca fracasó. No hubo sorpresa. La alta participación no frenó la frustración de los que esperaban remontar gracias a ello, encumbrando a Ayuso, arrolladora.

Los "tabernarios" del PP dieron una lección a Tezanos, que por fin se habrá percatado de que la propaganda y el peloteo no son suficientes para corregir el descalabro del PSOE, que sigue atragantado con la (esperada) respuesta de los madrileños a su constante desprecio, asistido por un candidato desorientado, con bandazos a la desesperada. Medio lo engulle Más Madrid, con una actuación coherente a su planteamiento, lejos de los desvaríos de Podemos.

Ciudadanos, con una campaña aceptable pero a destiempo, paga muy caro sus escarceos de aproximación a los socialistas, y su futuro es cada vez más incierto. O no tan incierto. Vox alcanzó un margen que ha de ser útil, con su abstención, a los populares para gobernar. Sánchez intentará sacudirse el desplome, pero le costará más de lo previsible retomar el vuelo.

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