Opinión

Ataduras

S ÁNCHEZ lo tiene todo tan bien atado que el desatador que lo desate buen desatador será. No se libra sin embargo de sus propias ataduras, sitiado como está por Podemos e independentistas, de cuyo trinque no le redime la remodelación de Gobierno por muy estridente que sea la teatralidad operativa. Los más pesimistas están convencidos de que todo seguirá igual... de mal, aunque las incorporaciones deberían al menos atenuar el desgaste y la prepotencia acumulados por Carmen Calvo, Celaá, Ábalos y demás desbancados, entre ellos el mismísimo Iván Redondo. Pero al impedírsele meter baza al flanco podemita, el cambio que se presumía con reducción de carteras quedó en mera intencionalidad para no quebrar la proporción numérica, impidiendo también prescindir de ministros tan chamuscados y cuestionados como Irene Montero, Garzón o el pintoresco titular de Universidades, Castells Oliván. La robustez de Podemos, al no permitir que le tocasen las pelotas con relevos indeseados, revela su porfía para mantener su cuota de poder. A los catalanes les trae sin cuidado la recreación. No les preocupan para nada los nombres, tienen suficiente con Sánchez a sus pies para lo que se les antoje, que nunca será poco. Todo lo demás son sesiones de artificio.

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