Opinión

Aprovechados

NO SIEMPRE, pero hay veces que la ética está reñida con la legitimidad. Es legal, parece, porque alguien así lo determinó, que diputados y senadores sean indemnizados mediante finiquito al concluir la legislatura, pero chirría que no se renuncie a su percepción al cerrarse una etapa parlamentaria inoperativa como la actual. Y más chasquea que entre los demandantes aparezcan nada menos que cuatro diputados de En Marea (otros dos ya cobran por pertenecer a la comisión permanente), los que llegaron, decían, para dar ejemplo, regenerar el sistema y borrar la casta; y son precisamente tres de la casta, entre los 18 gallegos en la Cámara Baja, los únicos que renuncian a percibirla, dos del PP y uno del PSOE. Cada aprovechado embolsará más de ocho mil euros para compensar el salario de los meses de mayo y junio, sin actividad, sin dar palo al agua, en tanto que miles de personas sin trabajo y sin posibilidades de conseguirlo no perciben ni un céntimo. Más que de lo supone, cabrea el gesto y la frescura que ello significa, por la ‘jeró’ y por el agravio hacia los que sufren el calvario del paro. Llegan a la política para servirse, no para servir.

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