CADA uno habla de la feria según le fue en ella. El bipartito municipal de Lugo (PSOE/BNG) habla de logros, avances y maravillas durante su primer año de gestión. La oposición (PP y Cs) rebate los pretendidos resultados. Cada cual en su papel. ¿Qué hay de verdad o mentira en lo que aprecian unos y otros? La prueba del algodón nunca engaña, y es muy difícil que lo que no se evidencia merezca crédito. En apariencia, ¿ofrece la ciudad alguna alteración/innovación que modifique su aspecto para bien? La basura sigue con frecuencia apilada fuera de los contenedores, cuyo estado es mayormente deplorable. Mobiliario urbano deteriorado y sin reponer. La señalización horizontal sigue desdibujada por la desidia y el paso del tiempo; la maleza se expande aún por varias aceras. La funcionalidad del transporte urbano no ha mejorado en absoluto. El Auditorio sigue sin abrir. Los paneles informativos, que indicaban horario y temperatura, continúan sin reponer muchos meses después de su retirada; la anunciada redistribución de los aparcamientos urbanos no es más que verborrea, como la reapertura de los quioscos de minusválidos, demandada por los nacionalistas cuando eran oposición. O Garañón ahí sigue, como enseña de la irresponsabilidad. ¿Qué hay de positivo?
