Opinión

La gloria a bocados

LA VORACIDAD, la desmesura son dos de las características que definen a Lewis Hamilton, desde el domingo miembro del selecto club de los tricampeones mundiales de Fórmula 1. El más feroz de los pilotos del Mundial se coronóen Austin a su manera, a la primera oportunidad de que dispuso y a ritmo de vuelta rápida. Puede que tanta exhibición se considere innecesaria. Al fin y al cabo, Hamilton es uno de los mejores pilotos del Mundial y conduce el que sin duda es el mejor coche. Con esos ingredientes, el resultado de la operación solo puede conducir al triunfo del piloto de Stevenage. Vamos, que aparentemente lo tiene fácil para ganar Hamilton, al que sin embargo hay que agradecer su respeto por su profesión, sus ganas de ganar y su agresividad, en el buen sentido de la palabra, que le inhabilita para correr con la calculadora, dispuesto a especular. Hamilton sale a ganar siempre. A merendarse a bocados cada carrera, cada rival. Y así ha ganado su tercer Mundial, a dentelladas.

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