Opinión

El celibato como opción

ME CONTABA un amigo que su deseo fue siempre ser sacerdote, pero también deseaba tener una familia. Este comentario no me parece baladí, porque los sacerdotes somos hombres y nos preguntamos muchas veces el porqué de esta norma dentro de la iglesia, que va contra natura. Pero lo peor es que muchos católicos de a pie, creen que es una norma de Derecho divino, es decir, que fue el mismo Dios quien la impuso. Sin embargo, la institución del celibato no es de Derecho divino natural ni positivo; algunos pretendían que era de este último, ya que en el Nuevo Testamento se instituyó el sacrificio de la misa diaria, y conforme al Antiguo Testamento los sacerdotes debían abstenerse de sus mujeres en días que habían de oficiar el sacrificio. Estas razones son sólo aparentes, ya que no hay texto alguno en la Sagrada Escritura que imponga el celibato eclesiástico y, por otra parte, si éste fuera de Derecho divino, la Iglesia no podría dispensar de él, como dispensa a los clérigos orientales casados, o a los anglicanos que se convierten al catolicismo o a los de los antiguos países del Este....

Con lo cual, la misma Iglesia, infalible en materia de fe y costumbres, se contradice.

Es, pues, el celibato eclesiástico, una creación del Derecho eclesiástico humano, no existiendo en los primeros siglos de la Iglesia y apareciendo por primera vez en los cánones de los concilios y las decretales de los pontífices en el siglo IV.

Retomando la conversación con mi amigo, abogado felizmente casado, padre de una niña de dieciséis años que llena su vida, me decía que aún seguía manteniendo su vocación sacerdotal, y que podría ejercer como sacerdote en alguna de las numerosas parroquias rurales que carecen de párroco, y no como un simple laico.

Esta misma pregunta nos la formulamos tanto los sacerdotes que estamos en ejercicio llevando varias parroquias, como los sacerdotes que algún día por amor, se vieron obligados a abandonar el servicio ministerial por imposición de la iglesia jerárquica, privando a los feligreses de un buen sacerdote que podría aplicar en su ministerio la experiencia de lo que es la vida en familia y sus dificultades.

Cuanto antecede quiere ser comprendido como una defensa del verdadero celibato por el Reino de Dios, el cual no parece ser fomentado, sino más bien oscurecido, por la ley del celibato. Y es por El Reino de los Cielos por lo que habría que modificar la legislación en relación al celibato sacerdotal.

Confiamos que el espíritu renueve sin cesar la iglesia.

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