La aparición de una nueva generación de mayores, personas de entre 60 y 70 años que están sanas y no se identifican con los jubilados de hace 30 años, y el surgimiento del llamado envejecimiento activo son dos hechos que, en opinión de Lucía Saborido, directora de Saraiva, van de la mano. "Estas personas -señala- tienen la opción de realizar actividades que son significativas para ellas y que les aportan valor para envejecer de manera saludable, como salir todos los días a caminar, apuntarse a aulas de la tercera edad, a seminarios sobre nuevas tecnologías... Eso -añade- es el envejecimiento activo".
Se trata de actividades que, además de su estado de salud, "mejoran también su estado emocional y social". El objetivo es "evitar que se conviertan en consumidores de sofá". Y es que -lamenta- "hay personas que ante una enfermedad o en caso de viudedad se aislan y se encierran en casa. Esas personas se vuelven más dependientes y tienen más probabilidad de enfermar que las personas que quieren seguir saliendo con sus amistades y, en definitiva, seguir viviendo".
Por ello, Saborido destaca iniciativas como la Unidad de memoria de Saraiva o el programa Activa o teu corpo, activa a túa mente, que desde hace cinco años organiza el centro en Vilagarcía de Arousa. "Los participantes hacen obras de teatro, salidas, magostos... Tienen todos los viernes dos horas para mantenerse jóvenes en espíritu y de forma saludable. Lo importante -concluye- es activar la mente, el cuerpo y estar bien emocionalmente".
