Opinión

El cuidador invisible

Ante la pregunta de qué es un cuidador familiar podemos contestar que cualquier persona que se hace cargo 'a tiempo completo o parcial' del cuidado de un familiar dependiente o con discapacidad. En España la cifra asciende a de 2 millones de personas, con un perfil muy claro, pues 8 de cada 10 personas que están cuidando un familiar en nuestro país son mujeres: hijas, esposas o nueras entre 45 y 65 años.

Pocas veces se habla de conciliación en este ámbito, si bien, la labor de cuidar requiere, como siempre, de ceder gran parte del tiempo a esta tarea y dejar de hacer otras cosas, como, por ejemplo, trabajar. 

Y si a esto le sumamos que en España el 70% de los pacientes con demencia son cuidados principalmente en el hogar por sus familias, es normal que se generen emociones y preocupaciones muy diversas, desde el cansancio físico y mental, la frustración, la culpabilidad,… restricciones de sus posibilidades relacionales y de ocio que pueden ser causa de enfermedades, en especial, de estados depresivos , el denominado 'síndrome del cuidador quemado'. 

Está claro, la labor de los cuidadores familiares es tan dura como admirable. Pero permitir que otras personas puedan desenvolverse en su vida diaria, ayudándolas a adaptarse a las limitaciones que su dependencia funcional les impone, nos da la posibilidad de crecer como personas, desarrollar nuestra solidaridad y humanidad y ser mejores.

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