Opinión

¿Qué debates?

SÍ, LLEGAMOS a las elecciones generales con una opinión pública atenta solo a las prestaciones del estado del bienestar. O al menos, esa es la impresión que yo tengo. Y claro que la sanidad y la educación son importantes, y tanto o aún más el salario, y antes el empleo. Ya se ha dicho hace mucho tiempo, y con razón aquello de 'primun vivere'. Claro, antes de filosofar hay que comer, pero no exageremos, en nuestra sociedad van a la basura todos los días toneladas de comida. Y con lo que se tira en las sociedades desarrolladas podrían solucionarse la mayoría de las hambrunas del planeta.

Vista la charlita de Iglesias y Rivera en televisión, y lo que uno y otro predican a este respecto —hay que decirlo, más acentuadamente Iglesias—, todo el debate electoral debería versar sobre lo mismo. Y no solo el debate. El mundo y la historia solo deben atención a 'los derechos sociales'.

En el fondo y simplificando mucho, la mejor opción será la que en conjunto ofrezca un futuro mejor para los demás

Sucede, sin embargo, que los derechos sociales nacieron porque la sociedad alcanzó un grado de desarrollo y la justicia social un momento de realidad que los hicieron posibles. Y, si el desarrollo económico se viera afectado por serios tropiezos, no podrían mantenerse todas las prestaciones sociales. Sencillamente, lo que no se tiene no se puede dar ni repartir.

Por eso es conveniente que a lo hora de elegir consideremos todo. Yo, desde luego, me niego a aceptar que tenga que decidir mi voto en función de la cuantía de las rentas de inserción que cada postulante electoral ofrezca. Entre otras razones porque a la edad que tengo y en mis circunstancias no creo que nunca tenga que optar a esa prestación, lo que quiere decir que me parece bien la solidaridad caritativa con nuestros ciudadanos más desamparados, y voto a favor de ella, pero mi sufragio lo decidiré por otras razones principalmente.

Sin llegar a filosofar hay muchas más realidades que deben ser consideradas. En el fondo y simplificando mucho, la mejor opción será la que en conjunto ofrezca un futuro mejor para los más. Y hay que conciliarlo todo: unos quieren comer, otros pagar menos impuestos. Qué amplitud de debates posibles. Y qué panorama de escasez.

*Artículo publicado el sábado 24 de octubre de 2015 en la edición impresa

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