Opinión

Libertad y ejemplaridad

SOSTIENE EL filósofo Javier Goma autor de la obra “Tetralogía de la ejemplaridad” que “una sociedad que se escandaliza tiene vivo el ideal de ejemplaridad”. Afirma también que  “debemos asumir el tiempo nuestro, y generar un ideal de esta nueva realidad: esto es la ejemplaridad, sobre bases gozosamente igualitarias”.

Si ejemplaridad es la cualidad de ejemplar, y lo es el que da buen ejemplo y, como tal, es digno de ser propuesto como modelo, a la vista de lo que se ha argumentado acerca de la Concejal Portavoz del Ayuntamiento de Madrid Rita Maestre, imputada como presunta autora de un delito contra los sentimientos religiosos por su supuesta participación activa en los actos acaecidos es la capilla de la Facultad de Psicología de la Universidad de Madrid en el curso de los cuales se desnudaron en dicho espacio religioso de cintura para arriba varias de las protagonistas, al parecer ella entre las mismas, en tanto proferían, entre otros gritos: “vamos a quemar la conferencia episcopal” o “menos rosarios y más bolas chinas”, “el Papa no nos deja comernos las almejas”, “arderéis como en el 36”;”sacad vuestros rosarios de nuestros ovarios”…., resulta que, no parece que en el ámbito de lo reivindicativo pueda con proporción enmarcarse tal conducta como un mero acto de libertad de expresión.

La flamante Alcaldesa de Madrid así lo ha hecho, al declarar abiertamente, que la actuación que se le puede reprochar a la concejal «está relacionada con una actitud de expresión». «Vivimos en una sociedad en la que hemos pasado momentos amargos, en los que hemos visto que ha habido restricción de la libertad de expresión», “será interesante -ha manifestado también- tener una buena noticia cuando se resuelva ese procedimiento y sepamos que ha predominado lo que debe predominar”.  La primera munícipe madrileña y exjueza, refiriéndose a  las críticas recibidas en las últimas horas, ha dado su "apoyo indiscutible"  a la portavoz municipal, Rita Maestre, para que siga en su puesto pese a estar imputada, porque el delito de la que se le acusa está relacionado con "el núcleo duro de la libertad de expresión.

La primera munícipe madrileña y exjueza, refiriéndose a  las críticas recibidas, ha dado su "apoyo indiscutible"  a Rita Maestre, para que siga en su puesto pese a estar imputada

Sera, digo yo, que el art. 524 del Código Penal que establece que Artículo 524 “el que en templo, lugar destinado al culto o en ceremonias religiosas ejecutare actos de profanación en ofensa de los sentimientos religiosos legalmente tutelados será castigado con la pena de prisión de seis meses a un año o multa de 12 a 24 meses”. O quizás  que el lugar, en la apreciación de la Sra. Carmena no estaba destinado al culto. O será que, en su opinión  la libertad de expresión, según quien la ejerza, o mejor dicho, según en que materia, no tiene, ni debe tener límite alguno.

La cosa es que no es así. Afortunadamente. Y se puede propugnar con voz alta y hechos claros la libertad religiosa rotundamente,  pero sin hacerlo en lugar de culto, y sin herir sentimientos religiosos.

En fin, malo para el discurso de las fuerzas emergentes que relativicen alguna cosas, y malo que se pueda llegar a la conclusión de que toda su apelación a la ejemplaridad en la vida pública era pura retórica de oportunidad en la pugna para hacerse con el poder.

Claro, si es que entendemos lo mismo por ejemplaridad, incluso sobre bases gozosamente igualitarias. Y si nuestra sociedad tiene vivo el ideal de ejemplaridad.

Si se habla de ejemplaridad en la vida pública, y vaya si se hace hoy, hay que estar a las consecuencias. Todos.

Si se habla de ejemplaridad en la vida pública, y vaya si se hace hoy, hay que estar a las consecuencias. Todos. Y a mí, modestamente no me parece que alguien a quien se acusa de los hechos que antes menciono, sea una persona ejemplar, y adecuada portavoz de un ente público. Por muy tolerante que sea la persona en cuestión, que es la otra justificación argüida en su defensa.

Que quieren que les diga. Que siga en sus funciones la Sra. Maestre, pero que nadie la proponga como modelo de ejemplaridad. Por el bien de todos. Incluidas ella misma y la locuaz Sra. Carmena.

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