Opinión

Las lenguas en los medios públicos

ES ESTA UNA materia muy sensible, de modo que hay que abordarla con especial cuidado, pero es una cuestión que está ahí y acerca de la que se han tomado y se siguen adoptando decisiones.

Como el estado se deshizo de los diarios generalistas escritos, hoy se concreta en la radio y televisión públicas la titularidad de medios de comunicación ostentados por el mismo.

La mayoría de las comunidades autónomas, todas las que tienen a su cuidado el impulso y protección de lengua distinta del español o castellano, han constituido entidades públicas de radiodifusión y televisión, que en el caso de estas últimas emiten únicamente, en Cataluña y Galicia en su respectiva lengua, catalán en el primer caso y gallego en el segundo, y en el del País Vasco en eusquera y también en la lengua común, dado que en esa comunidad es minoritario no solo el uso, sino el conocimiento de la lengua cooficial de la misma.

En esas comunidades la radiotelevisión pública estatal tiene centros territoriales que realizan también programas en la lengua particular de su respectivo territorio, que ocupan cada vez más espacio en el caso de Cataluña, pues tiene allí más producción propia, al punto de que incluso programas significativos como el debate, emitido por la primera cadena, en esa comunidad no se puede ver, pues allí hay programación propia, concretamente un debate en catalán con personas que participan sobre temas de actualidad distintos y centrados en aquel territorio.

La radio pública estatal también tiene programación propia en las respectivas comunidades con lengua cooficial, pero más, mucho más acusadamente en Cataluña. La producción propia es en la lengua particular de las comunidades que la poseen.

Las cadenas privadas de radiodifusión, salvo en cierta programación, emiten en los territorios con lengua cooficial, mayoritariamente en ella, entre otras cosas porque las concesiones y la legislación de normalización lingüística lo vienen a determinar. Por cierto, nunca he entendido por qué es normalizar cambiar los hábitos lingüísticos. Me ha parecido que debieron denominarse estas normas leyes de fomento de la lengua particular, que es lo que son. Y dejémoslo ahí.

En consecuencia, si se recorre el dial de la radio a algunas horas, principalmente en Cataluña, no se puede sintonizar en lengua española o castellana más que Radio nacional. en algunos momentos ninguna.

Pues no parece la cosa muy proporcionada, y salvo que se quiera imponer, que se quiere, es evidente, un uso lingüístico y dificultar el otro, resulta que la emisión radiofónica no obedece a lo que parece que debiera hacerlo, sino a un dirigismo inspirado en lo que se ha considerado ‘normalizador’.

Insisto en la radio del estado, por ejemplo, se emiten los informativos en la lengua propia del territorio, en las comunidades que tienen lengua particular, lo que no me parece ni bien ni mal. Eso sí, como los entes de radiotelevisión autonómicos no suelen emitir, salvo lo dicho del País Vasco y por la razón apuntada, en español o castellano, por la misma razón por la que el ente estatal emite los informativos en las lenguas cooficiales de los territorios, deberían emitir los suyos también en español o castellano. Para que todos nos ‘enteremos’ bien, digo yo, disculpen la ironía. Lo comenté un día en presencia del presidente Núñez Feijóo, y no le pareció atinado dados sus gestos y comentarios, matizo esto último para que sus fervores queden patentes. Que siempre es bueno.

Parece que profundizar, y por eso el Gobierno del estado destinará si se aprueba el proyecto presupuestario, nada menos que 18 millones de euros para poder sufragar el aumento de las horas de emisión en catalán en la televisión pública estatal.

En concreto, se dedicarían esos fondos a doblar todos los documentales de La 2 al catalán y a hacer un magazine diario en dicha lengua. Y eso consumiría, de aprobarse el presupuesto y materializarse el aumento contemplado en él, en 33 millones la financiación de RTVE, la mitad de ese aumento de la financiación. Claro, solo en Cataluña, parece que los demás, si hablamos en términos de igualdad, no tendrán la opción de ver los documentales de La 2 en las restantes lenguas cooficiales, ni disfrutar de magazines en ellas.

Algunas de las corporaciones públicas autonómicas de radiotelevisión tienen varios canales, y todos son prácticamente monolingües en la lengua cooficial lo que, aunque la razón es patente: se trata de fomentar, proteger e impulsar la lengua cooficial, y no está mal, no está del todo justificado sin embargo el rigor religioso con el que se lleva a cabo. Pero si la realidad es esa y se impulsa y financia con recursos públicos ese despliegue de medios con ese fin, la pregunta es obvia. ¿Por qué en las comunidades con lengua cooficial o, seamos exactos, en una de ellas principalmente, los documentales y programas de la televisión pública estatal los televidentes en ese territorio no han de poder verlas en la versión original, si es el español o castellano?

Si hay razón que se convenga con RTVE y con la Forta, que es la agrupación de los canales autonómicos, la traducción de los documentales de La 2 a las lenguas cooficiales y finánciese por el estado, y así, que se puedan emitir en los distintos canales autonómicos los preciados documentales en su respectiva lengua cooficial, si quieren, claro, y que no se quiebre la unidad de emisión de dos. también se pueden vender a la televisión andorrana, digo yo.

En resumen, puede y debe exigirse igualdad en el trato que dan los medios públicos del estado a las distintas lenguas cooficiales, cosa que no ocurre, y que no hay indicios de que se quiera corregir. Y cauces hay para ello, sin alterar las emisiones de RTVE. si es menester y tan necesario, mejor serían emisiones duales. eso sí, decisiones de un alcance como el que es objeto de estas líneas, no es razonable que las adopte una administración provisional y excepcional de los medios públicos del estado. Eso va a misa. 

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