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Galicia empata con España

A VECES, en un partido de baloncesto, cuando un alero tirador tiene el día, se suele decir en términos coloquiales que "está enchufado". Es cuando entra todo lo que tira. Son días mágicos. Y no muy frecuentes. Pues bien, la economía gallega lleva al menos tres meses "enchufada". Entra prácticamente todo lo que tira. Al menos, en términos macroeconómicos, que son los que conforman el andamiaje de ese edificio que está por reconstruir tras la crisis. Tanto es así que el reto no está ya en un crecimiento del PIB por encima del 3%, que al cierre de este año se igualará a la media española, sino en lograr que esas tasas se consoliden los dos próximos años.

Es un lugar común entre los analistas que la economía gallega, lejos de cualquier plus de resistencia solo instalado en la mente de unos pocos, tarda en sentir las sacudidas de una crisis, de igual manera que también llega más tarde cuando toca la llamada de la recuperación. Ha sucedido con esta crisis que parece no acabar de cerrarse, al menos en lo que respecta a sus efectos directos en muchas familias, las más desfavorecidas, pero también en períodos de bonanza. Cualquier repunte del PIB en España se siente tarde en Galicia, y cuando la economía nacional se contrae, seguimos un paso por detrás con un aparente crecimiento.

Esta semana se cruzan dos análisis que apuntan en la misma dirección, además de un dato de empleo de la EPA que hay que coger con pinzas por tratarse de meses estivales, los comprendidos entre julio y septiembre, pero que también es positivo. Galicia acelera su crecimiento, en síntesis, y se sitúa a niveles parejos al avance del PIB en España. Lo dice el indicador avanzado del Foro Económico de Galicia, y lo corroboran las previsiones de aquí a final de año de Funcas, que es la fundación vinculada a la obra social de las antiguas cajas.

El laboratorio de ideas impulsado por Santiago Lago y Fernando González Laxe elabora un indicador sintético que avanza los datos de PIB y mezcla quince variables. Galicia lleva un trimestre consecutivo en máximos, con una tasa interanual del 3,4%. Es el mayor crecimiento de la actividad en ocho años. Para armar esa cesta, alguno de los mimbres manejados no dejan lugar a dudas y hablan por sí solos. Por ejemplo, en tasa interanual, agosto de 2016 sobre el mismo mes de 2015, las viviendas visadas crecen un 69%; el tráfico de mercancías en los puertos gallegos, un 34%; la venta de vehículos, un 17%; las exportaciones, un 10,5%; el negocio de los servicios, un 5,9%, y, ya de forma más modesta, la afiliación a la Seguridad Social lo hace un 2,2%. Son luces entre tanta sombra que apuntan al consumo, a la actividad empresarial y, en menor medida, al empleo.

Del lado contrario, y este es un factor determinante, está la industria, el verdadero anclaje que permite empleos estables, generalmente en contraposición a los servicios. Pues bien, el sector secundario no acaba de arrancar: el negocio de la industria ha caído en un año un 7,3%, y el índice de producción industrial otro 2,3%. Para poder hablar de una situación económica normalizada, la variable del empleo es pieza capital. Y, de acuerdo con este análisis, Galicia debe crecer a las tasas actuales de PIB en 2017 y 2018 para recuperar parte del tiempo perdido en materia de empleo.

Y en esa dirección, el contrapunto futuro al optimismo presente lo aporta la fundación de las cajas. El PIB de Galicia crecerá este año un 3,2%, igual que en 2015, cuando lo hizo tras unas correcciones nunca bien explicadas que aportaron algo más de un punto de alza. Pero para 2017 la previsión es del 2,5% debido a la ralentización de industria y servicios, si bien «se observará una mejoría de la construcción», dice Funcas. Por tanto, viene un año complicado.

¿Y el paro? Pues, según este 'think tank', bajará al cierre del año hasta el 16,8%, desde el 19,3% de 2015. De acuerdo con la última EPA, el paro está en Galicia en el 16,3% en el tercer trimestre, 2,5 puntos inferior a la estatal, pero también es más baja la de actividad, nada menos que cinco puntos. El próximo año el desempleo se situará en el 15,5%, una previsión similar a la que maneja la Xunta, que también admite un menor crecimiento: un 2,3% para 2017. ¿Mejorará el empleo sin hacerlo el PIB? Muy difícil.

Galicia tardará nueve años en recuperar el empleo perdido por la crisis. Para acortar tiempos, debería crecer a ritmos del 5%, algo insólito. Y apenas recuperamos la mitad del PIB que perdimos con la recesión. La economía gallega aún está a 4,6 puntos de los 8,5 que se dejó, mientras que el conjunto del Estado ya recorrió las dos terceras partes del camino perdido. Por tanto, hay que acelerar, sí, pero todavía más que los demás.

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