Opinión

Pero, ¿lo descubre ahora?

Ada Colau apostó desde el primer momento por el independentimos, aunque haya intentado engañar a unos cuantos ingenuos con su actitud tartufista y sus declaraciones contradictorias

TENGO A Pedro Sánchez por persona inteligente por eso no comprendo que parezca haberse caído del guindo por la actitud de la alcaldesa de Barcelona Ada Colau respecto a los independentistas.

Y es que las bases del partido de Colau han aprobado por amplísima mayoría romper con el PSC, es decir despedirles del ayuntamiento de Barcelona.

El comentario de Sánchez ha sido de lo más naif: "Ada Colau ha elegido el camino de los independentistas". Pues no, no es que lo haya elegido ahora es que esa ha sido su apuesta desde el primer momento por más que haya intentado engañar a unos cuantos ingenuos con su actitud tartufista y sus declaraciones contradictorias.

Colau fue a votar en los dos referéndum ilegales, el último el del 1 de octubre. Y no solo eso, es que facilitó que la votación se pudiera celebrar. Amen de que ha aparecido en buena parte de los actos públicos y manifestaciones en pro de la independencia.

Pero la señora Colau es especialista en dar una de cal y otra de arena. Por ejemplo ahora rompe con el PSC por apoyar la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña pero al mismo tiempo “regaña” al ex gobierno de Puigdemont por el lío montado en Cataluña, lío en el que ella ha estado en primera fila apoyándolo.

De manera que Ada Colau juega al despiste con la opinión pública. Pero ya se sabe que se puede engañar a la gente durante un tiempo pero no todo el tiempo, aunque no sé yo, teniendo en cuenta el grado de fanatización de parte de la sociedad catalana lo mismo continúan comprándola su mercancía engañosa.

Dicho sea de paso me parece a mi que el PSC tampoco pierde nada por no formar parte del gobierno del ayuntamiento de Barcelona. En realidad una de los grandes errores que ha venido cometiendo el PSC en los últimos años es precisamente haber estado demasiado cerca del independentismo.

Por eso reitero mi opinión de que Miquel Iceta está actuando con inteligencia, huyendo de cualquier frentismo pero al mismo tiempo dejando de hacer el caldo gordo al independentismo.

Pero la hora de la verdad será el 21 de diciembre cuando, si ningún partido saca mayoría absoluta, algo harto difícil, todos se tengan que “retratar” en la política de alianzas y pactos. Ahí les quiero ver yo a todos ellos.

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